Se pueden operar los circuitos de calefacción de manera individual y también de forma colectiva, permitiendo desde un solo punto centralizado o remoto operar todo el sistema, esta operación puede ser de manera manual, automática o programada. En caso de ausencia, se puede reducir la necesidad de calefacción de la vivienda, por ejemplo durante la noche, de forma programada regular un poco la temperatura de algún sector bajando o desconectado el mismo, obteniendo de esta forma un ahorro energético. Los equipos de aire acondicionado se podrán operar a través del sistema de forma remota o automática, obteniéndose también valores de la temperatura real de cada ambiente.
Otro ejemplo de aplicación es en el caso de dejar por descuido la ventana de la habitación abierta, el sistema desconectará el aire acondicionado o calefacción para no desperdiciar energía.
Otra función de ahorro energético aplicada al control del acondicionamiento térmico en espacios comunes y oficinas es mediante la supervisión de presencia en el lugar, desconectando la climatización si no se detecta presencia en la sala.
Un control inteligente puede complementar automáticamente la operación de la calefacción centralizada con los equipos de aire acondicionado, que automáticamente brindarán apoyo durante el calentamiento para así lograr alcanzar la temperatura de confort más rápidamente.
